Desde hace años que Magdalena Becu soñaba con trabajar de forma independiente y llevar con ella sus productos por todo el país, por lo que poco a poco su negocio fue tomando forma hasta convertirse en un gran éxito con sus amplias variedades de salsas, aderezos y sales siendo el picante ahumado y la sal marina con merken los más solicitados.
Luego de trabajar durante tantos años en un famoso hotel de la localidad, Magdalena Becu comenzó a disfrutar de lo que hacía al cocinar hamburguesas veganas de distintos sabores durante nueve años pero las vueltas de la vida la llevaron a elaborar lo que más libertad y gratitud le generaba: salsas y aderezos de distintos tipos.
La historia de este emprendimiento cobró vida cuando su hija nació, y decidió trabajar sólo por temporadas y medio turno pero como no le era suficiente, se le ocurrió rellenar esos tiempos cocinando hamburguesas vegetarianas de varios sabores.
Al cabo de un tiempo, comprendió que sus productos congelados no la llevarían a disfrutar de nuevos caminos por el país por lo que encontró la forma de reinventarse y dedicarse al 100% a la elaboración de salsas, sales y aderezos naturales, sin aditivos, colorantes ni conservantes.
Para los amantes del picante o quienes les guste experimentar nuevos sabores y sensaciones, la emprendedora elabora salsas picantes de ruibarbo y merkén, salsa barbacoa, chutney de arándanos, chutney de frutos rojos, y salsa agridulce de rosa mosqueta picante. En cuanto a las sales, realiza sal marina con limón y jengibre; sal marina con merkén ahumado, limón y jengibre; y sal marina con merkén ahumado.
La emprendedora destaca que sin duda los más pedidos se tratan del picante ahumado y la sal marina con merkén que es un aliño, tradicional, mapuche, preparado con ají de cabra, semillas de cilantro molidas y sal con el equilibrio justo entre el sabor picante y el sabor ahumado.
Entre risas, le cuenta a LA ANGOSTURA DIGITAL que “lo más gracioso es que cuando se me ocurrió hacer esa salsa se lo conté a mi marido y él me dijo ‘no, no hagas una salsa picante porque la gente no come mucho de eso’ y yo de curiosa nomás y por querer usar el ruibarbo en algo, dije ‘yo la pruebo y vemos’, y ahí está, la más vendida”.
En cuanto a sus usos infinitos, sus salsas como la rosa mosqueta y merkén ahumado pueden ir acompañados con el pescado, carnes, sándwich, y son excelentes para hacer dips para papas crocantes, para picadas e incluso para aderezos de ensaladas. En cambio, los chutneys de frutos rojos o de arándanos pueden ir muy bien en carnes frías o calientes al final de la cocción.
“Me di cuenta que yo soy muy feliz cuando la gente pasa esos segunditos de felicidad momentánea comiendo algo rico. Eso es lo que significa este emprendimiento para mí: darle momentos felices a la gente, al menos por un ratito”, resaltó.
Sus productos se encuentran en varios negocios de la localidad, en Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata y otras provincias donde también realiza envíos directos por todo el país.
Con la gran experiencia que lleva en distintas ferias de la Patagonia como la que presenció en “Semilla” ubicado en General Roca, también se trasladó hace poco a Buenos Aires en el que fue invitada y seleccionada por el Ministerio de Cultura de la Nación donde participó de la imponente feria “MICA”, que recibió a grandes artistas nacionales e internacionales no sólo en el ámbito gastronómico sino también a productores, bailarines, cineastas, entre otros.